“Book Descriptions: Chamamé es un salvaje ajuste de cuentas entre dos piratas del asfalto. Un duelo a muerte entre criminales con un estricto código de honor y un western contemporáneo a ritmo de rock n' roll. Una cacería por las polvorientas y calurosas rutas del litoral argentino, donde Manuel Ovejero --alias el Perro-- busca la cabeza del Pastor Noé mientras cada uno sueña con una segunda oportunidad. Hombres monstruosos o monstruos humanizados, Manuel y el Pastor persiguen desesperadamente la redención: una paz que han dejado atrás y que ya no encontrarán en la venganza ni en la fe. El pasado los mantiene anclados a la mugre y la furia de sus marginales vidas de delincuentes. Con esta novela impecablemente trenzada y llena de guiños a la cultura popular --literaria, musical y cinematográfica--, Leonardo Oyola sumerge al lector en una narración vertiginosa y absorbente, y se afirma como una de las voces más originales de la actual narrativa argentina. Manuel "Perro" Ovejero cumple condena en el pabellón de los evangelistas, donde le aconsejaron ser destinado para reducir sentencia por buen comportamiento. Allí conoce al Pastor Noé, un predicador alucinado convencido de que Dios le habla a través de las letras de las canciones de la radio. También allí ambos se ganan la enemistad del Pombero Vega y su legión de matones paraguayos. El Perro y Noé sobreviven a una reyerta con los secuaces del Pombero y cumplen sus respectivas condenas para, una vez fuera, iniciar una asociación delictiva con la banda de Yáñez. Hasta el día en que son informados de un motín en la cárcel que resulta con la fuga del Pombero y su gente, ahora libres para cobrarse su venganza: entonces deciden dar un último golpe por su cuenta y desaparecer. Secuestran a la hija y la empleada doméstica de la acaudalada familia Madariaga Ledesma; pero el Pastor Noé tiene sus propios planes (Jesús le ha ordenado, siempre a través de algún tema radiofónico, fundar su propia congregación), y se da a la fuga con la totalidad del dinero del rescate y dejando a Manu Ovejero en manos de la policía y con dos cadáveres a cuestas.” DRIVE