“Book Descriptions: El joven Flanagan no podía sospechar, bajo ningún concepto, que aquella jornada aparentemente aburrida iba a producirse un giro en su vida tan drástico a la par que interesante. Fue en el metro, allí conoció a Carlota. Una chica en la que se fijó como habría hecho con otras cientos, pero con la que la casualidad quiso que empezase a hablar. Y de hablar pasó a acompañarla a una papelería. Ella quería comprar una libreta roja; tenía la idea (inquietante, original y extraña) de empezar un diario sobre la sexualidad, un tema del que ella afirmaba sin tapujos no conocer mucho, y del que él confesó que apenas sí sabía nada más que lo que sus amigos le habían contado. Carlota era diferente a las demás chicas que conocía Flanagan. Por algún motivo que se le escapaba la encontraba sumamente interesante. Decidieron, a modo de juego-curiosidad, que los dos iniciarían un diario cada uno, y que quedarían de vez en cuando para ver qué información habían obtenido, de qué fuentes, e intercambiárselas. Aquello a él le pareció una idea no absurda, pero en principio difícil de llevar a cabo. Sin embargo aceptó. Éste es el diario rojo de Flanagan, y éste, el diario rojo de Carlota.” DRIVE