“Book Descriptions: La muerte también es una casa, dice Irma Torregrosa al principio de este libro feroz, y esa puntual sentencia marca el ritmo durante el resto de sus páginas. Si bien a veces reina en ella el silencio, la casa está, por supuesto, habitada hasta el último de sus rincones.
Detente, escucha: palpitan ahí animales domésticos y salvajes, abuelas acumuladoras, aparatos averiados y plantas que, obstinadas, trepan por las paredes para darles textura y color.
Con herramientas tomadas con gran atino del lenguaje científico y el universo natural, en este conjunto de provocadores poemas, Torregrosa pone sobre la mesa estrategias para conservar aquello que se derrumba frente a sus ojos, pues sabe que mirar es una manera de cuidar. Entrada la noche, y provista solamente de un poderoso quinqué, la autora recorre curiosa los pasillos de lo doméstico con la sabia certeza de que nada termina, ni siquiera lo que parece terminar, pues las extinciones también son parte de la historia del mundo.
Si bien sabemos que las cosas se repiten (hasta los amantes a veces llevan el mismo nombre), la marea siempre muestra novedades a quien sabe hurgar en ella con atención. El tiempo —la poeta lo sabe— es un animal rebelde que no vive jamás en cautiverio. ¿Cómo conservar algo entonces, si nada permanece quieto? Este libro nos regala una respuesta: del amor también puede hacerse taxidermia.” DRIVE